Hoy empezaremos haciendo dos rutas cortas pero con sus respectivas dificultades. La ruta de Can Massana a la Roca Foradada y la de Can Massana al Refugio Vicenç Barbé pasando por la Portella de les Agulles.
Ruta de Can Massana a la Roca Foradada
Distancia: 3,5.
Duración: 50 min.
Dificultad: Media
Comenzamos la ruta en Can Massana, en el cruce de las carreteras B-1100, B-1101 y B-1103 que se dirigen hacia Manresa y al Monasterio de Montserrat.
En Can Massana, a 730 m., sale el camino a la Roca Foradada, con una fuerte pendiente que se suaviza al llegar a los 810 m.
Esta subida, que por lo general se tarda entre 25 y 45 minutos, la hicimos en apenas 20 minutos y sin parar de contarnos anécdotas de nuestro merecido descanso. Esto nos demostraba que estábamos en plena forma y que el día iba a dar mucho de sí.
Seguimos por el camino principal entre pinos y alcinas, hasta el Collet de Guirló y unos 200 metros después nos topamos con una bifurcación que a la izquierda nos llevaba a la Portella de les Agulles, y a la derecha al Torrente de la Diablera.
En línea recta se ve la Carena de les Pujades, la Cadireta y la Roca Foradada. Allí nos dirigimos.
Ya en los pies de la Roca Foradada empezamos la ascensión, el suelo estaba algo resbaladizo. Esto nos lo complicó un poco más, pero las ramas verdes nos ayudaban a seguir adelante.
Pasado este primer preámbulo nos encontramos con la roca desnuda enfrente nuestro. Con las botas clavándose como escarpias en la pared y nuestras manos aferrándose a ella, llegamos al agujero de grandes proporciones y que atravesaba de un lado a otro la carena.
Desde allí teníamos una preciosa panorámica hacia el norte.
Con vistas hacia Marganell, y más allá de Manresa y Santpedor, la comarca del Bages y del Berguedà, y al fondo en días claros las cimas del Pre-Pirineo.
Después de un pequeño descanso volvimos a ponernos en marcha hacia la segunda ruta.
Ruta de Can Massana al Refugio Vicenç Barbé
Distancia: 4,5 km.
Duración: 3,5 h.
Dificultad: Alta.
Cogimos el estrecho camino que había a nuestra derecha y que transcurría suavemente al principio.Más adelante llegamos a la Portella, paso entre grandes rocas que hacen accesible la parte interior de la zona de les Agulles. Este itinerario recorre la base del Serrat de les Agulles y del Serrat de la Portella pasando entre alcinas y matorrales. Cuando la vegetación del bosque lo permite se puede ver el torrente de la Diablera y de Sant Pau Vell, así como la zona de Can Massana.
De toda la montaña de Montserrat, la región de les Agulles es famosa por los escaladores, ya que sus grandes rocas verticales son propicias para la práctica de este deporte.
Al final del recorrido, nos encontramos al pie de la pared de roca, y la atravesamos pasando por uno de los típicos canales, cuyo acceso es algo complicado por su desnivel y porque las aguas pluviales no permiten la acumulación de tierra ni el nacimiento de arbustos que nos facilitarían la ascensión.
El paso de la Portella, se encuentra a 890 metros de altura., así que debíamos usar manos y pies para agarrarnos. De uno en uno y con la máxima atención puesta en la pared vertical empezamos la ascensión. La lluvia de días atrás hacia resbaladiza la piedra, las manos aún estaban frías para sujetarnos firmemente en la piedra y las botas buscaban cualquier pequeño saliente para apoyarse.
A nuestra izquierda se abría entre las rocas un pequeño desgarro de la piedra, era una canal que nos abriría el paso hasta la cima.
Después del paso, pudimos disfrutar de preciosas vistas de la región de les Boïgues y disfrutar del frondoso paisaje.
Y tras una suave ascensión llegamos al Refugio Vicenç Barbé, a 930 metros de altura, cuya capacidad es de más de 20 personas.
Allí nos merecimos un gran almuerzo.
Interesant itinerari Alejandro.
Mis felicitaciones al redactor del artículo
Gracias por tu comentario
Saludos
Alejandro