Los Cautoceugos de nuevo nos vamos a la montaña. Nos vamos al Balandrau (2585m). Esta vez viene con nosotros mi sobrino Guillem. Su gran afición es la bicicleta, igual te sube al Puigmal que te baja por los más profundos barrancos. Es todo un cuatro por cuatro.
El Balandrau no es una montaña fácil ni difícil, pero climatológicamente es de las más variables. Puedes empezar con sol, por el camino te encuentras con la lluvia y antes de llegar arriba con una densa niebla. Y en invierno la nieve acecha diariamente con el viento del Torn.
Dejamos el coche en un margen de la polvorienta pista. Nos preparamos las mochilas y el calzado para iniciar nuestra excursión. El día y las ganas por realizar nuestra ascensión prometen, el cielo está completamente despejado, no hay ni una sola nube a la vista, por el momento.
Partimos por un sendero a la derecha de la pista dirección NO tras pasar la valla que impide el acceso de vehículos. El Sendero se inicia en fuerte pendiente por lo que enseguida entramos en calor. Al poco el sendero gira suavemente a nuestra derecha., para continuar en moderada pendiente.
El sendero pedregoso pasa a ser un sendero poco marcado que transcurre en suave y continuada pendiente por una amplia pradera de verdes y frescos pastos para el ganado que por allí habita.
Al poco tiempo vemos una pequeña laguna, estamos en la Collada de Fontlletera (2.127m).
Desde este punto ya podemos observar frente a nosotros al N, de forma completa las ascensiones que realizaremos en la jornada de hoy, en primer lugar el Balandrau (2.585m) y sus tres picos que preceden su ascensión
Llegamos al Coll de los tres Picos (2.395 m). Aprovechamos la parada para sentarnos en unas peñas, disfrutar de las vistas y refrescarnos un poco. Reemprendemos la marcha dirección O para ascender el Balandrau.
El sendero viene poco marcado en su tramo inicial aunque podemos localizar algún hito. Al Balandrau le preceden 3 pequeños picos.
Una vez superado éstos, la ascensión se torna bastante dura en su tramo final
.Este último tramo no tiene una ruta definida en si, por lo que podemos ascender por cualquier punto.
Una vez arriba como siempre la alegría es inmensa otro reto conquistado (mi sobrino Guillen hacia un rato que ya había llegado, la juventud es un grado pero para mi hermano y yo la perseverancia lo es también.)
Como premio una comilona.
Pero fue rápida porque una densa niebla y nubes negras de tormenta nos acechaban la vuelta.
Guillem te esperamos en la próxima salida.