Los Cautoceugos para esta nueva excursión nos decidimos explorar el valle del Collsacabra. Rupit, el Salto de Sallent y Tavertet.
El conjunto de riachuelos y fuentes que se forman con las caídas de agua del Collsacabra componen el torrente de Rupit. Cañones y cascadas de agua de saltos de hasta 100 m retratan un paisaje idílico.
La ruta al Salto de Sallent se inicia de dos maneras: la primera por debajo del puente colgante de Rupit y la segunda por detrás de la iglesia donde hay una calle estrecha.
Nosotros descendimos por ella y fuimos a salir detrás del pueblo.
Cruzamos algunos campos y cogimos el primer desvio a mano izquierda .Luego seguimos de frente hacia la ermita de Sta. Magdalena.
A continuación cogimos una carretera asfaltada, dejamos a nuestra izquierda el Salto del Molí Rodó y a unos 35 minutos nos desviamos para enlazar con una amplia pista de tierra que nos llevó al Salto de Sallent.
Siguiendo el desfiladero llegamos a la riera de Rupit, más que una riera parecía el río Ebro convertido en aguas bravas.
Intentamos cruzarlo por varios puntos sin éxito.
Entonces decidimos subir más arriba y entre matorrales, zarzas y un poco de ciénaga encontramos una isleta en mitad del río y en nuestro lado unas piedras que saltando entre ellas conducían a la isleta y de allí al otro lado.
Con algún que otro chapuzón cruzamos todos y nos dirigimos al mirador, el cual nos ofrece unas espectaculares panorámicas desde un precipicio de 100 metros en vertical.
Al final de su garganta, está lleno de vegetación y apenas llegan los rayos del Sol, lo que le da un aspecto misterioso.
Desayunamos y después disfrutamos de la magnífica visión de los riscos que lo rodean. Hicimos las fotos de rigor y continuamos la ruta hasta el siguiente punto.
Para volver cogimos un camino que va paralelo al río, tiene partes muy resbaladizas y está siempre lleno de vegetación. Cerca de Rupit hay que volver a cruzar la riera pero esta vez se hace por un pequeño cañón el cual nos conduce a unas escaleras y éstas van a salir detrás del pueblo.
A continuación nos dirigimos a Tavertet para iniciar una nueva ruta al Mirador del Castell. Desde allí, encima de un peñasco y junto a un precipicio se divisa el pantano de Sau y a lo lejos las montañas del Montseny.