Los Cautoceugos de nuevo en marcha. Francesc, Cristian y Alejandro nos vamos al Castillo de Eramprunyà, Roca foradada , cueva de Bruguers y cuevas de Can Riera.
El castillo de Eramprunyà se encuentra en el término municipal de Gavà en la comarca catalana del Bajo Llobregat.
Salimos de Barcelona dirección Gavà. Allí cogemos la Bv-2041 dirección Begues. En el kilómetro 4.7 nos encontramos con la ermita de la Mare de Deu de Bruguers. Aquí dejamos el coche y empezamos a subir para coger el sendero con el número GR 92.
Lo primero que nos encontramos es la Roca Foradada. Una piedra gigante en forma de arco. El centro está vacío y deja ver unas vistas extraordinarias. Se puede acceder a su parte superior por un pequeño sendero situado a mano izquierda.
Continuamos cuesta arriba hasta un desvío que nos lleva a una pequeña cueva.
Luego continuamos hasta un cruce de caminos. El de la derecha va al castillo, y el de la izquierda va a la cueva de Bruguers.
Nosotros nos dirigimos al Castillo.
Las primeras noticias que nos han llegado del castillo datan del año 957, momento en que el castillo era propiedad de los condes de Barcelona. Posteriormente lo cedieron a Gombau de Besora. En el siglo XIII lo compró el rey Jaume I. Años más tarde, concretamente en 1323, Jaume I lo vendió para recaudar dinero para la conquista de Córcega y Cerdeña. En 1897 lo adquirió el banquero Manel Girona i Agrafel. (Según la página web Asociación española de amigos de los Castillos.wwwcastillosdeespaña.es)
El castillo de Eramprunyà tiene sus orígenes en la época medieval y una historia de más de mil años. Rodeado de acantilados, sólo es accesible desde el oeste, un lugar estratégico para el dominio de la defensa.
Tiene en su interior la ermita románica de Sant Miquel y unas tumbas antropomórficas labradas en la piedra que lo rodean.
La más interesante es una sala rectangular dónde se conservan dos de los tres grandes arcos de medio punto que soportaban el piso superior.
El muro sur formaba parte de la propia muralla del castillo.
Volvemos a la explanada y cogemos el camino de la izquierda, nos vamos a la cueva de Bruguers.
En el horizonte de la montaña divisamos unas ruinas y una cruz, debajo está la cueva.
Pasamos las ruinas de una casa y justo antes de llegar a la cruz hay un sendero bastante vertical con un cable de acero para asegurarte mejor la bajada.
La cueva no tiene profundidad pero está llena de ornamentos religiosos y la imagen de la virgen de Bruguers. Las vistas son extraordinarias.
De vuelta al coche y hablando de cuevas se nos ha venido a la mente una excursión que semanas atrás queríamos hacer y ahora estamos muy cerca de ellas: son las cuevas de Can Riera o Can Mas en Torrelles de Llobregat y como siempre tenemos muchas ganas de aventura hacia ellas nos dirigimos. (Estamos a 30 minutos de las cuevas en coche).
En general es una ruta fácil con algunos desniveles.
Desde Torrelles de Llobregat andando hasta las cuevas se tarda ida y vuelta unas 2 horas. Son cuevas o baumas erosionadas con formas muy curiosas y bonitas
El día ha sido completo y hay que reponer fuerzas.
Paramos para comer el bocadillo y hablar de nuestra próxima salida.