Nunca hay que ir solo a la montaña pero hay veces que es necesario.
Hace días que voy pensando, qué montaña elegir si ésta fuera la última ascensión. Sin lugar a dudas el Puigmal y siempre desde Fontalba . En invierno, cuando la niebla te envuelve, la temperatura no pasa de 0 grados y el aire helado te entra en los pulmones, es todo un reto para alcanzar la cima.
He subido al Puigmal 8 veces, de las cuales 5 he llegado a la cima, casi siempre con nieve en invierno, otra en otoño y dos en verano.
Es una montaña fácil y clásica pero hay que estar preparado para todo y saber retroceder a tiempo. Los cambios, las nieblas, las nevadas inesperadas y cómo no, las bajadas de temperaturas hacen que la gente desprevenida lo pase mal.
Son las 5,15 de la mañana, el despertador suena, todo lo tengo preparado del día anterior. Hago una última revisión y me pongo en marcha.
8,35, ya estoy en Fontalba, la mañana se presenta nublada.
A lo lejos en el valle se puede ver como las nubes van ascendiendo poco a poco. Hay una temperatura de -4grados.
Me dirijo a la cima del Adou (2471 metros), empiezo con pasos cortos para ir calentando, poco a poco estos pasos se van alargando y en una hora ya estoy en su cumbre.
A continuación me dirijo al Cim del Borrut (2675 metros). Tras una hora y 20 minutos llego envuelto de una ligera niebla. El tiempo va cambiando poco a poco.
Las nubes lo tapan todo, la vista es espectacular.
Solo me queda una última pendiente que es la más fuerte, aproximadamente del 30% pero que voy subiendo a modo de zig-zags y en 20 minutos ya estoy en la cumbre.
Ha sido una ascensión dura. Pero la satisfacción interior de haberlo conseguido otra vez es indescriptible. Los ojos se me empañan, la niebla se va cerrando más y empieza a lloviznar. Es hora de volver, pero me digo a mi mismo que no será la última vez que suba al Puigmal.
Boniques fotos i bons comentaris Álex. sempre es espectacular pujar el Puigmal